Por: Rodrigo Beltrán, Estratega de Comunicaciones - Presidente Bells Medios Ltda.
Que hoy en día de cada 10 usuarios de redes sociales, 6 sepan identificar las fake news, es quizás la gran noticia para aquellos que a diario están ansiosos con la calidad de los mensajes y la información a través de estas, y que sean desechados y señalados con el dedo los que a diario o mejor a segundo a segundo, tratan de violentar con intereses oscuros, la inocencia de millones de usuarios. El estudio fue hecho por IPSOS entre el 22 de junio y el 6 de julio del presente año, entre más de 19.200 personas de 27 países.
Ahora bien, en positivo hay que decir que la idea es que este porcentaje siga creciendo en la medida que los usuarios maduren y sean precavidos o mejor no traguen entero frente a los contenidos de las RRSS. Lo anterior, permite creer que vendrán tiempos mejores para el desprestigiado mundo digital y bien valdría la pena que paralelamente crezca también la regulación, la norma y las sentencias para los que no solamente utilizan las noticias falsas como estrategias ¨podridas¨ sino que haya castigo para los que a través de ellas maltratan el buen nombre de ciudadanos y usuarios o empresas y marcas comerciales en el mundo.
Quieran o no, aquel que toma la decisión de lanzarse al agua y entrar al mundo activo de los canales en RRSS debe antes hacer un acto de contrición y establecer su código de ética y buen manejo… no se trata de aceptar que se puede decir cualquier cosa a través de este mundo digital sin límites, sino que desde cualquier esquina o rincón donde se encuentre el usuario, debe imperar en el universo de las comunicaciones el sentido común de responsabilidad y respeto.
Cada canal que tiene un usuario es en teoría un arma utilizada para construir o desafortunadamente destruir, la opción la toma usted pero el daño es irreparable si se deja llevar por las pasiones o rencores o subjetividad o por intereses amañados a temas desleales que incluso rayan hacia la corrupción.
Igualmente sobre el por qué la gente se equivoca a menudo sobre su país y la manera en que cambia, especialmente sobre temas como la migración y la inseguridad, según las respuestas de los encuestados, concluye que son los políticos quienes más engañan ( con un 52%), seguido de los medios (49%), las propias personas que tienen una visión equivocada del mundo (43%) y las Redes Sociales (41%).
En mi papel de comunicador social y periodista me duele y es lamentable, que los medios sean los segundos en los cuales la opinión tiene mayor reserva acerca de la verdad, esto refleja no solamente una imagen desfavorable al trabajo de este grupo de profesionales sino además un desprestigio latente de los medios de información globales. Claro está que las Redes sociales, que son relativamente nuevas ya presentan resultados negativos con un 41%.
Según este estudio de IPSOS, se está avanzando para bien, sin embargo las dudas persisten y La pregunta es obvia, ¿A quién creerle entonces? El protocolo a seguir y que podemos recomendar cuando usted asume la lectura de un contenido informativo a través de cualquier canal de RRSS es entre otros, constatar si proviene de un medio de información de prestigio, de un líder de opinión certificado, si el mensaje tiene una buena redacción, si incluye las fuentes de donde se entregan los datos o contenidos, o si por el contrario es un mensaje frágil, mal escrito, plagado de errores y de un perfume dudoso en su contenido general.
El mundo globalizado de las comunicaciones nos está enseñando que antes de leer una noticia, nos demos el beneficio de la duda, no traguemos entero y para constatar busquemos otras fuentes alrededor de la información, ya que podemos fácilmente caer en el engaño y ser utilizados, en ser víctimas y atracados en nuestra buena fe y lo peor, mulas de la basura que sigue contaminando las RRSS.