Por: Valeria Esteban, Comunicadora Social – Periodista
Nuevamente es noticia el Canal Uno, esta vez por cuenta de la compra del Grupo PRISA de España, en un intento por revivir un canal de comunicaciones que en diferentes oportunidades ha sobrevivido en medio de las tempestades económicas, de audiencia y de gran polémica entre sus socios.
El Canal Uno, creado en 1954, ha llevado televisión de investigación, informativa, entretenimiento, noticias, novelas, entre otros, a cientos de generaciones que han estado pegados a la programación de este canal que aunque estatal, está operado por un grupo mediático que ha hecho lo posible e imposible por mantenerlo a flote, incluso luego de la apertura de los canales privados en 1998, donde Caracol y RCN, se llevaron consigo la mayor participación de la torta publicitaria, y la audiencia, dejando al UNO y A (Televisión abierta Nacional) que incursionaron en la televisión, en un segundo plano, tanto para los colombianos, como para las empresas compradoras de pauta.
Por más esfuerzos que realizaron las productoras y empresarios independientes, y luego que varias de las pequeñas productoras que trabajaban para el canal se declararon en bancarrota, las que sobrevivieron gracias a su mejor músculo económico, como RTI, CM&, NTC, se convirtieron en los principales proveedores de contenido durante años, con excelente ideas y productos, dignos de la competencia, pero con limitaciones en reducción de recursos para contratar el talento humano y medido soporte técnico para mantener una calidad que en muchas ocasiones no es justa con los esfuerzos y la tenacidad de sus realizadores… entonces llegó a lo que se preveía, otro cambio para tratar de dar una nueva esperanza, para aquellos que le siguen apostando.
Los dueños de la licencia de funcionamiento del Canal Uno, la cual está vigente hasta mediados de noviembre, no renovarán el contrato, porque ya no dan más, pues durante los últimos 25 años, han visto la vida pasar y sus arcas económicas disminuir ostensiblemente, haciendo que el revolcón sea fuerte. De tal manera que, a partir del 01 de octubre, comenzaron los cambios radicales y el Grupo PRISA, asumirá en adelante la comercialización del contenido del Canal Uno, conllevando cambios radicales en la programación, lo cual le fue anunciado a sus empleados desde el pasado mes de agosto.
Por lo cual, los televidentes fieles del Canal Uno tendrán que acostumbrarse a no ver ciertos programas como “Lo sé todo”, que sale del aire definitivamente; “Pregunta Yamid”, ahora pasará de una emisión diaria, a solo una semanal; mientras el futuro del noticiero CM&, con más de 30 años al aire y con mayor credibilidad, aún es incierto, lo que podría dejar a todos sus empleados, desde camarógrafos, maquilladores, vestuaristas, presentadores, entre otros, “fuera del aire”.
EL Canal Uno ha tenido que afrontar grandes presiones, ha sido una lucha permanente para no quedar en el exterminio ante la amenaza de los gigantes de la competencia. Ahora, la más reciente jugada de ajedrez, consiste en la alianza con el Grupo PRISA y sus fortalezas en el mundo de las comunicaciones, representado en nuestro país con Caracol Radio, que en la práctica consiste solamente en incluir la programación radial en la agenda de contenidos del Canal Uno, como quien dice transmitir en vivo lo que se dice en radio.
Ojalá la fórmula constituya un verdadero salvavidas para el tradicional e histórico Canal, al que los colombianos le guardamos mucho afecto.
