Por: Juan Pablo Pérez, Comunicador Social y Periodista
En un mundo cada vez más interconectado y exigente, la transparencia se ha convertido en un elemento clave para el éxito de las empresas. Así las cosas, la comunicación corporativa transparente ya no es una opción, sino una necesidad imperiosa si se quiere establecer relaciones sólidas y duraderas con los diferentes públicos de interés.
Hoy en día, los consumidores, los empleados, los inversores y la sociedad en general demandan a las empresas una mayor apertura y un mayor nivel de información sobre sus actividades, sus procesos y su impacto. Ya no basta con transmitir un mensaje atractivo y unidireccional; ahora se requiere establecer un diálogo franco y sincero que genere confianza y credibilidad.
El rol de las relaciones públicas es fundamental en este contexto, pues tienen la responsabilidad de gestionar la comunicación de manera estratégica y transparente, fortaleciendo así la reputación y la imagen de marca.
“El continuo desarrollo tecnológico ha provocado cambios importantes en todos los sectores a nivel global y ha hecho que la comunicación corporativa se haya transformado. De dirigirse principalmente a los clientes, empleados y medios, a poder llegar a todos los públicos de una manera instantánea y abierta”: resaltó Beatriz Sánchez Guitián, directora de Marca, Responsabilidad Corporativa y Comunicación Interna de Indra, para la revista Harvard Deusto en 2016. A pesar de la fecha, su frase sigue teniendo relevancia en el mundo corporativo.
Los beneficios de la transparencia en la comunicación corporativa son múltiples:
1. Fortalece la reputación y la imagen de marca: una comunicación abierta y honesta ayuda a construirla sólida y coherente. Cuando los públicos perciben que la empresa es transparente y responsable, tienden a confiar más en ella y a valorarla positivamente.
2. Fomenta la lealtad de los clientes: Se valora cada vez más la transparencia de las empresas con las que trabajan. Saber que una compañía es sincera y abierta a compartir información relevante genera una mayor empatía y compromiso por parte de los consumidores.
3. Atrae y retiene talento: Los empleados también exigen a sus empleadores una mayor transparencia. Conocer las estrategias, los objetivos y las decisiones de la empresa les hace sentir más comprometidos e identificados con la organización. Esto se traduce en una mayor motivación, productividad y retención del talento.
4. Mejora las relaciones con los inversores: Los inversores y accionistas requieren información precisa, oportuna y veraz sobre el desempeño financiero y la situación de la empresa. Una comunicación transparente les brinda la confianza necesaria para tomar decisiones informadas y mantener su apoyo a la organización.
5. Incrementa la credibilidad y la legitimidad: Cuando una empresa es transparente en su comunicación, demuestra que no tiene nada que ocultar y que está comprometida con la rendición de cuentas. Por lo tanto, esto le otorga mayor credibilidad ante la sociedad y le ayuda a legitimar su posición y sus acciones.
Así las cosas, para lograr una comunicación corporativa transparente, es fundamental adoptar una actitud proactiva y abierta. Esto implica:
Compartir información relevante, precisa y oportuna a través de múltiples canales
- Responder de manera ágil y honesta a las preguntas y las inquietudes de los públicos
- Reconocer y asumir con responsabilidad los errores o las faltas cometidas
- Involucrar a los diferentes stakeholders en la toma de decisiones
- Medir y rendir cuentas sobre el impacto de las acciones de la empresa
Por lo tanto, la transparencia en la comunicación corporativa es un imperativo en la actualidad. Aquellas empresas que logren transmitir una imagen de apertura, honestidad y responsabilidad serán las que obtengan la confianza y la credibilidad necesarias para prosperar en un entorno cada vez más exigente y competitivo.
En ese orden de ideas, contar con el asesoramiento de profesionales experimentados en el campo de las relaciones públicas puede marcar la diferencia entre una estrategia de comunicación transparente efectiva y una que no logre conectar con los públicos objetivo. Estas agencias no solo aportan su pericia en la gestión de la comunicación, sino que también ofrecen una perspectiva externa valiosa, ayudando a las empresas a identificar áreas de mejora en su transparencia y a desarrollar estrategias para abordarlas de manera efectiva.
